Para conseguir una limpieza dental profunda usamos técnicas que nos garanticen una salud bucodental apropiada.

 

Pasos para una limpieza dental apropiada

 

El primer paso para una limpieza dental idónea, es el cepillado dental. La recomendación de los profesionales sanitarios es cepillarnos los dientes tres veces al día, una después de cada comida, durante tres minutos aproximadamente.

La limpieza dental antes de acostarnos es la más importante, pues es cuando mantenemos la boca cerrada durante más tiempo, sin generar saliva y permitiendo que las bacterias se desplacen y proliferen con mayor libertad.

Existen diversas técnicas de limpieza dental: técnica de Stillman, técnica de Bass, técnica de Fones, técnica de Starkey y técnica de Charters. De todas ellas, la más adecuada para cualquier tipo de paciente, y más eficaz a la hora de eliminar la placa bacteriana, es la técnica de Bass.

La técnica de Bass consiste en colocar los cepillos dentales en posición horizontal, en un ángulo de unos 45º entre la encía y el diente, y realizar pequeños y suaves movimientos de barrido horizontal junto a movimientos semicirculares, siempre desde la encía hacia el final del diente. En los incisivos superiores e inferiores realizaremos los mismos movimientos, pero con los cepillos dentales en posición vertical. Este proceso debe realizarse tanto en la parte interior de la arcada dental como en la parte exterior.

La limpieza dental debe realizarse suavemente y sin presionar, para evitar lesiones en las encías o en el esmalte dental. También es recomendable esperar entre 15 y 20 minutos tras las comidas, para cepillarnos los dientes. Pues, la limpieza dental justo después de comer puede dañar nuestro esmalte.

 

Elegir los cepillos dentales

 

La recomendación de los profesionales sanitarios con respecto a los cepillos dentales es:

  • Escoger cepillos dentales con cabeza redonda.
  • Las cerdas de los cepillos dentales, preferiblemente de nailon suave y en forma oblicua.
  • El mango, ligero y cómodo.
  • Los cepillos deben adaptarse al tamaño de nuestra boca.
  • Si padecemos hipersensibilidad dental, apostemos por cepillos dentales con cerdas muy finas y suaves, o con cabezal sensible.
  • Si llevamos aparato odontológico, usemos cepillos dentales con cerdas finas y suaves.
  • Tras una cirugía dental, recurramos a cepillos dentales con cerdas de 7 centésimas aproximadamente. Posteriormente, 15 centésimas antes de volver a nuestro cepillo habitual.
  • En período de embarazo, apliquemos cepillos dentales de 15 centésimas.

Es importante limpiar los cepillos dentales después de cada uso, enjuagándolos bien y frotando las cerdas bajo el agua, para eliminar los restos de alimentos, pastas dentales o microorganismos. Después, sacudamos el agua sobrante y guardemos el cepillo en un lugar aireado, con luz y en posición vertical, con las cerdas hacia arriba. Los cepillos dentales deben cambiarse cada tres o cuatro meses, cuando los filamentos se estropeen, pues las cerdas desgastadas deterioran nuestro esmalte dental.

Por último, en el mercado encontraremos una gran variedad de pastas dentales. Existen pastas dentales específicas para dolencias concretas, pero, para el público adulto en general, lo más importante es que contengan 1450 ppm (flúor por millón ), un sello ADM que asegure el cumplimiento de los requisitos y controles legales, y que no haya superado su fecha de caducidad, porque las pastas dentales también caducan.

 

Conseguir una limpieza dental profunda

 

Si queremos asegurarnos una higiene bucodental completa, es imprescindible practicar una limpieza dental profunda, que incluya: limpieza dental, limpieza lingual, limpieza interdental y enjuague bucal.

  • La lengua es el lugar de la cavidad bucal donde mayor cantidad de bacterias acumulamos; es importante limpiarla a diario. El utensilio más recomendado es el limpiador lingual, que se arrastra por el centro de la lengua, desde la parte más lejana hasta la parte delantera de la boca para, finalmente, enjuagarnos con agua abundante.
  • La limpieza interdental se logra con cepillos interdentales y seda dental, que arrastramos por los espacios interdentales. La seda dental ayuda a controlar la placa subgingival y supragingival, pero puede resultar perjudicial usada de forma inadecuada.
  • Los enjuagues bucales o colutorios, son soluciones acuosas antisépticas que desplazamos circularmente por la boca, entre 30 y 60 segundos, para, posteriormente, desecharla sin enjuagar.

Una correcta higiene dental es imprescindible para evitar futuras enfermedades, tanto bucodentales como de salud general. Pregunta en la farmacia por los productos de limpieza dental más adecuados para tu caso particular.