El origen de la gimnasia facial lo encontramos en China, en el año 2500 A.C. Es un ejercicio milenario, como el yoga, cuya popularidad ha crecido a nivel mundial en respuesta a los visibles beneficios que brinda, tanto a la piel como a la musculatura del rostro.

 

Beneficios de la gimnasia facial

 

Al despreocuparnos de nuestra salud facial, con la edad acumularemos arrugas, nuestras mejillas perderán vitalidad, el contorno facial se desdibujará y la piel de nuestro cuello se tornará flácida y débil.

Por otro lado, también podemos vernos afectados por una parálisis facial, perdiendo sensibilidad y capacidad de movimiento en parte de los músculos de nuestro rostro.

La gimnasia facial se ocupa de tonificar los músculos de cuello y rostro, para estimularlos y que produzcan mayor concentración de fibras de colágeno y elastina (proteínas del tejido conjuntivo que previenen el envejecimiento acelerado de la piel), y para mantenerlos fuertes, incrementando su capacidad de movimiento y receptividad.

Los beneficios de realizar ejercicios faciales incluyen:

  • Combatir los efectos de la vista cansada.
  • Eliminar las células muertas y las toxinas faciales.
  • Favorecer la circulación sanguínea de las células de cuello y rostro.
  • Mantener la elasticidad y movilidad de los músculos faciales.
  • Prevenir la aparición de arrugas y difuminar las existentes.
  • Promover la regeneración celular.
  • Reafirmar el tejido de rostro y cuello.
  • Tonificar la musculatura de rostro y cuello.

 

¿Cuáles son los ejercicios faciales a realizar?

 

Primero, aclarar que tanto el yoga facial, como el pilates facial o el upface, forman parte de la misma diciplina: la gimnasia facial. Cada modalidad recurre a técnicas y ejercicios singulares, pero todas ellas tienen como objetivo final ejercitar y estimular los músculos de cuello y rostro.

Los ejercicios faciales se fundamentan en dos tipos de actividades: por un lado, ejercicios repetidos para grupos de músculos faciales y, por otro lado, automasajes cutáneos para estimular la circulación sanguínea y activar la microcirculación. Esta rutina de ejercicios precisa de veinte minutos de nuestro día a día, un clima de calma y tranquilidad y realizar los ejercicios frente a un espejo, minuciosamente y sin prisa.

La premisa de cualquier alternativa de ejercicios faciales, es practicar un calentamiento previo y posterior:

  • Empieza con una limpieza inicial básica: lavado las manos e higiene facial.
  • Seguidamente, con lentitud para no dañar músculos ni piel, masajear las zonas faciales a ejercitar, con las yemas de nuestros propios dedos y movimientos suaves y ascendentes.
  • Tras veinte minutos de ejercicios, la sesión termina relajando la musculatura ejercitada con un automasaje en las zonas trabajadas.
  • Finalmente, practicar respiraciones abdominales lentas, manteniendo los ojos cerrados.

Cada alternativa de gimnasia facial tiene sus propias tablas de ejercicios. Pero, en general, todas ellas realizan ejercicios para:

  • Combatir y prevenir arrugas en labios y frente.
  • Reforzar cuello y papada.
  • Tonificar la piel del rostro.
  • Trabajar los pómulos.
  • Tratar el contorno de ojos.

 

Contraindicaciones en la práctica de ejercicios para la cara

 

Los ejercicios para la cara son aptos para personas de cualquier edad, teniendo en cuenta que cuando antes empecemos más tiempo disfrutaremos de sus beneficios. Su práctica está respaldada por los profesionales sanitarios, pero existen medidas de precaución que debemos tener en cuenta:

  • La parálisis facial, problemas relacionados con operaciones faciales, el bruxismo o la tendencia a que la mandíbula se nos desencaje, requieren cuidados específicos que deben ser indicados por un especialista.
  • Durante el embarazo no están recomendados este tipo de ejercicios, es mejor esperar a la lactancia.
  • En caso de rosácea, la tonificación no supone un problema, pero debemos evitar los ejercicios que impliquen masajes cutáneos.
  • Si hemos incorporado bótox en el rostro, la recomendación es esperar cuatro semanas antes de realizar ejercicios con la cara. Y sólo es aconsejable si tenemos movilidad en la musculatura del rostro.
  • Con otros tratamientos de belleza, como ácido hialurónico o vitaminas, la recomendación es esperar cuatro semanas antes de realizar estos ejercicios. En caso contrario, nos arriesgamos a diluir los tratamientos aplicados.
  • No practiquemos ejercicios faciales con lentillas puestas.
  • Cuidado si llevamos aparatos bucales, pues favorecerán la aparición de llagas.

Tengamos en cuenta que, para conseguir unos resultados adecuados, la gimnasia facial debe practicarse de forma regular e ir acompañada de una correcta higiene facial, el uso de fotoprotección y reforzada con productos cosméticos que respeten nuestra piel.